Lo hemos visto en la pasarela; y también en las fotos de street style. El color paletting, se ha convertido en una de las tendencias clave de la temporada. Una astucia de estilo que juega con combinaciones cromáticas para crear looks que atrapan las miradas (y los flashes). ¿El modo más sencillo para iniciarse si no estás acostumbrada a llevar piezas fúcsia o naranja? Introducir colores sólidos y llamativos a través de los accesorios. Apuesta por bolsos y sandalias en tonos saturados, muy fáciles de combinar con básicos en tonos neutros.

El futuro y la vanguardia tecnológica inspiran una vez más las propuestas que hemos visto sobre la pasarela. Una visión que se traduce en pieles metalizadas, cadenas, remaches, glitter plateado, cristales, mallas metálicas, charol con efecto espejo… ¿La novedad? Ahora un bolso plateado no se lleva solo de noche. Para Beatriz Moreno de la Cova, «un bolso plateado es el complemento perfecto para ir de la oficina a una fiesta sin pasar por casa». ¿La alternativa al bolso? Unas sandalias metalizadas, que puedes llevar con el look más minimalista.

Tras varias temporadas en las que hemos visto como la tendencia western ganaba adeptos en las redes (convirtiendo las botas cowboy en fenómeno de estilo viral), «esta primavera el look bohemio incorpora referencias folk, con estampados navajos y otomanos, detalles de piel labrada, o cueros trenzados», explica Beatriz Moreno de la Cova. Entre los accesorios más deseados, los zuecos. Pero también las bolsas shopper de dimensiones gigantescas con motivos tribales.

Es una combinación de colores con una entidad tan clara, marcada y distinta a la del resto que ha permanecido imperturbable durante el paso de los años, asociándose a la elegancia clásica parisina más urbanita. Para Beatriz Moreno de la Cova, «representa el puro chic francés». Algo así como el fondo de armario perfecto, con básicos sencillos, que adquieren un espíritu más rebelde (e incluso punk) si combinamos la seda con remaches, tachuelas o piercings.